Hay ciudades que, a fuerza de visitarlas en distintas ocasiones, acaban pareciéndose a ese amigo al que vemos solo de vez en cuando, y al que reencontramos con una cierta nostalgia.
Quizá el tiempo pasado y la distancia generada pueden crear, en principio, la falsa impresión de cercanía excesiva, como si no hubiese pasado un solo día; o de lejanía impuesta, como si ese tiempo transcurrido hubiese de separarnos más de lo debido.
Sin embargo, tras un paseo largo y sosegado, que es como una conversación que se alarga durante todo el día, las viejas historias, los consejos olvidados, todo lo que quedó por decir, por reprochar, por confesar, acaba vaciándonos de sinceridad, apertura y cariño, y solo a partir de ese momento, comenzamos a escuchar, y a decir, lo que verdaderamente importa.
There are cities that, when visited less than often, become so similar to that friend that we only see once in a while, and that always has a story to tell.
Maybe it's the past time, the artificial distance, which can cause the false impression of an excessive closeness, as if no more than a day had passed, or of imposed remoteness, as if past time had separated us more than what was intended.
Nonetheless, after a long, tranquili walk, which is in itself a conversation that goes on for the rest of the day, old stories, forgotten advice, everything that was left to say, to reproach, to confess, ends up emptying us out of sincerity, opennes and care, and it is only from that moment onwards that we start listening earnestly and saying all that really matters.